Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.
Una hermosa cualidad de nuestro Maestro es la misericordia que a lo largo de su vida tuvo hacia los más necesitados, la porción del Pan diario de hoy nos habla precisamente de este importante elemento que debemos seguir como ejemplo, te invito a leer conmigo:
Mateo 9:13 (RVR1960)
13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Cuando logramos entender la misericordias que nuestro Padre tiene hacia nosotros cada día y que Él se agrada en que tengamos misericordia los unos con los otros, vamos a comenzar a caminar en amor verdadero porque habrá en nosotros la capacidad de ver a las demás personas como seres iguales a nosotros: con una profunda necesidad de ser amados y que muchas veces han errado el camino buscando ese amor de manera equivocada.
Cuando entendemos que Dios nos ama tanto que pasa dio a su Hijo para redimir nuestros pecados comprenderemos que nosotros mismos no debemos juzgar a los demás y mucho menos señalarlos con el dedo no mirando que nosotros posiblemente tenemos imperfecciones aún mayores; ese es el camino que Jesucristo nos muestra y que debemos decidir si lo transitamos o no; depende enteramente de nosotros tomar la decisión de hacerlo cada día perdonando y obrando para bien en las demás personas.
Te invito a que reflexiones las oportunidades que el Padre te da para que demuestres esa misericordia cada día y que las aproveches para sembrar en la eternidad; oremos: amado Padre, gracias te doy porque has derramado de tu amor y gracia sobre mi vida; gracias porque cada día traes nuevas y abundantes bendiciones y demuestras tu misericordia para conmigo a cada instante; ayúdame a ser imitador de tu bondad y ser misericordioso con las personas que más necesitan de ti; en el nombre de tu amado Hijo te pido que me unjas con sabiduría y amor para obrar conforme a tu santa y bendita voluntad, amén.
Pido al Padre que este hermoso viernes seas colmado de paz y gozo; que siempre recuerdes que Cristo murió por ti en el acto más sublime de misericordia para que así puedas ser misericordioso con los demás; bendecido día mi amad@ amig@.
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