jueves, 31 de mayo de 2018

Un camino de perdón.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Es hermoso cuando una persona que esta resentida libera ese enojo por medio del perdón; el perdón genuino nos da nuevas energías y nos permite continuar sin el peso de esas emociones negativas, la porción del Pan diario de hoy nos habla precisamente de este importante camino que debemos seguir, te invito a leer conmigo:

Mateo 6:14-15 (RVR1960)

14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.

Para comenzar a recorrer el camino del perdón debemos entender que nosotros mismos somos deudores de nuestras acciones; debemos analizar que nosotros hemos sido ofensores de otras personas y si deseamos que nos perdonen debemos nosotros de perdonar a los demás.

Recordemos que el plano físico y el espiritual se rigen por la ley de la siembra y la cosecha; cuando sembramos perdón recibimos perdón y sanidad de nuestros males espirituales; el odio, la ira, el resentimiento, el enojo y todo mal sentir que viene a causa de la falta de perdón son pesos sumamente pesados que necesitamos dejar atrás para poder avanzar; ahora bien, solo depende de nosotros tomar la decisión de perdonar porque está enteramente en nuestras manos.

Recordemos que somos deudores de nuestro Padre y que tenemos el mandato de perdonarnos los unos a los otros sin importar la clase de ofensa recibida; recuerda siempre que el Señor nos juzgara y todo lo que hagamos, bueno o malo, recibirá su recompensa.

Te invito a que en este momento reflexiones si necesitas perdonar a alguien, si es así has conmigo la siguiente oración: amado Padre, gracias por esta nueva oportunidad que me das de estar delante de ti, gracias amado Padre porque sé que has perdonado mis pecados y por eso estoy eternamente agradecido; sé que soy deudor tuyo porque no tengo como pagarte tanta amor y bondad; en este momento de corazón todo la decisión de perdonar a las personas que de una u otra manera me han lastimado; los bendigo con una bendición eterna, bendigo su vida, su trabajo, su familia y cada otro ámbito de su ser y te pido, en el nombre de tu amado Hijo, que me ayudes a amar con ese amor incondicional sabiendo que de ti recibiremos toda recompensa, amén.

Pido al Padre que seas guardado de todo mal, que tu mente y corazón tengan la paz que tanto necesitan; bendecido jueves mi amad@ amig@.

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