miércoles, 23 de mayo de 2018

Tribulación.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Sé que este tema también te lo había dado hace poco, sin embargo es hermoso recordar cada día la misericordia de nuestro Padre, esa misericordia que nos hace sentirnos confiados en medio de toda tribulación, te invito a que nuevamente veamos este hermoso tema que nos habla la Escritura, te invito a leer conmigo:

Romanos 8:35-39 (RVR1960)

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Ninguna tribulación, ninguna circunstancia, nada, absolutamente nada nos puede separar del amor de Dios, pero te aclaro algo: no es que nosotros seamos fuertes para resistir en esas circunstancias; es que el Padre es grande, misericordioso y el más poderoso y él ha prometido sostenernos con la diestra de su mano; entonces entendamos que es Él quien nos sostiene, quien nos ayuda y siempre está a nuestro lado, no porque lo merezcamos, es simplemente porque su infinito amor obvia nuestras debilidades y faltas y nos ayuda en todo momento.

Te invito a que juntos nos presentemos en oración delante del Trono de nuestro Padre para darle gracias, solo darle gracias por ese amor tan inconmensurable que tiene para con nosotros: glorioso Señor, Dios omnipotente y soberado, en este día queremos darte gracias por tu infinito amor y misericordia; gracias porque siempre nos apartas de todo mal y nos bendices; gracias amado Padre por ese amor y bondad que demuestras en medio de toda tribulación para con nosotros, amén.

Pido al Padre que este hermoso miércoles seas colmado de bendiciones hasta que sobreabunde y que seas guardado de todo mal. Feliz y bendecido día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario