miércoles, 30 de mayo de 2018

Un camino de amor.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Qué ejemplo más maravilloso el que nos da Jesucristo a través de su vida; él vivió una vida de amor y se dio así mismo por nosotros pasando todo dolor y sufrimiento de una manera inmerecida por nuestra causa, la porción del Pan diario de hoy nos habla precisamente de este importante punto y del mandato que nos dejó nuestro Maestro, te invito a leer conmigo:

Juan 13:34-35 (RVR1960)

34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

El camino del cristiano debe estar marcado por un profundo amor; ese amor que es derramado sobre nosotros por medio del Espíritu Santo y que nos debe llevar a actuar conforme a la voluntad del Padre demostrando amor los unos por los otros; ese verdadero amor que no busca lo suyo ni se envanece es lo que debemos demostrar cada día; debemos sembrar en los demás aunque ellos seas muchas veces muy diferentes con nosotros.

Recordemos que nuestro Maestro no dejó de demostrar su amor a pesar de que le escupieron, le golpearon, le laceraron y le crucificaron; Él nunca dejó de amarnos y por eso debemos tomarle como un ejemplo a seguir; no poniendo la mirada en las demás personas sino en Cristo, autor y consumador de la fe.

Te invito en este momento a que nos presentemos delante del Trono de amor de nuestro Padre: glorioso y poderoso Señor, en este momento nos presentamos delante de tu Trono para darte las gracias por ese amor perfecto, puro y santo que has demostrado para con nosotros que aun siendo pecadores y no siendo merecedores de tu bondad nos amaste tanto que diste a tu Hijo en propiciación por nuestros pecados; gracias amado Padre por ese acto sublime de amor incondicional que hiciste por nosotros; ayúdanos, en el nombre de tu amado Hijo, a que podamos amarnos tal como demandas de nosotros y que podamos practicar ese amor los unos por los otros, en el nombre de tu amado Hijo te damos las gracias, amén.

Pido al Padre una lluvia torrencial de bendición sobre ti y tus seres amados, feliz miércoles mi amad@ amig@.

No hay comentarios:

Publicar un comentario