Conversaciones.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

En la actualidad tenemos muchas formas para comunicarnos; con la llegada de las redes sociales tenemos una puerta abierta para hablar con personas conocidas y desconocidas; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla de un cuidado que debemos tener cada día para poder agradar al Padre, te invito a leer conmigo:

1 Corintios 15:33-34 (RVR1960)

33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
34 Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo.

Es duro saber que al ser cartas leídas para el mundo y cada palabra que escribimos por cualquier red social se convierte en un arma de doble filo; es importante entonces pedir mucha sabiduría al Señor para que por medio del Espíritu Santo seamos guiados y así podamos llevar palabra de consuelo y esperanza a quienes lo necesitan.

Sé que muchas personas dicen que lo que postean es de la vida privada y por eso espero que entiendas que no es para juzgar este mensaje; solo debemos recordar que más adelante debemos dar cuentas al Padre por cada palabra que digamos y por eso debemos cuidarnos  en lo que hacemos para no caer en malas conversaciones; sé que es difícil porque las redes sociales nos invitan muchas veces a dar opiniones sin filtro de lo que decimos y eso es un arma de doble filo porque podemos por medio de ellas bendecir a los demás pero también podemos ser piedra de tropiezo y vituperar (difamar) el evangelio.

Te invito a que juntos elevemos una corta oración delante del Trono de misericordia: amado y poderoso Señor, Dios Padre de todo y todos; sabemos que siempre estás atento a nuestras vidas y por eso te damos infinitas gracias y te pedimos, en el nombre de tu amado Hijo, que nos ayudes a controlar lo que decimos y no corromper nuestra boca en malas conversaciones; que seamos santificados por medio de tu Santo Espíritu y así podamos serte agradables, amén.

Pido al Padre que este hermoso jueves seas colmado de abundante paz y sabiduría para tomar siempre las mejores decisiones.