sábado, 12 de mayo de 2018

Pedir.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

¿Alguna vez te ha sucedido qué pides algo y no lo recibes? Muchas veces sufrimos la desilusión de pedir en oración y no vemos respuesta y no sabemos él porque; la porción del Pan Diario del día de hoy nos del porque muchas veces no llega esa respuesta, te invito a leer conmigo:

Santiago 4:3 (RVR1960)

3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

La respuesta del Señor llega cuando oramos bajo la guía de su voluntad, si lo hacemos bajo los preceptos de Él entonces vemos cielos abiertos y respuestas que llegan prontamente; un ejemplo: si le pedimos al Señor que quite a nuestros enemigos y que les cambie sus actitudes no estamos analizando que posiblemente el Señor a permitido que esa persona llegue para formarnos y así poder crecer; muchas veces somos nosotros los que necesitamos cambiar pero nuestra arrogancia hace que pensemos que son los demás, nunca nosotros, los que debemos cambiar.

Un ejemplo poderoso que nos da la Palabra es cuando Jesucristo estaba orando en el monte y en su debilidad humana pidió ser eximido de la copa: “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.” (Mateo 26:39; RVR1960); él sabía el dolor que debía enfrentar pero también sabía que debía hacerlo para que se cumpliere la profecía bíblica y la promesa del Señor para las naciones; por eso al final exclama y acepta la voluntad del Señor.

No sé cuál sea la petición que a diario lleves ante el Trono de Dios pero te pido que examines con cuidado esa petición para ver si está bajo la voluntad bendita del Señor; te invito a que juntos elevemos una corta oración: amado y poderoso Dios creador de todo; en este día queremos darte gracias porque siempre escuchas nuestras peticiones; ayúdanos, en el nombre de tu amado Hijo te lo pedimos, a pedir bajo tu voluntad aceptando que tus planes son mejores que los nuestros y que eres mucho más sabio que nosotros; amén.

Pido al Padre que este hermoso sábado seas colmado de abundante paz, misericordia y amor; que siempre seas guiado por el Espíritu Santo y que la sabiduría que viene de lo alto sea sobre ti.

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