martes, 29 de mayo de 2018

Un camino de paz.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

El Señor nos muestra el verdadero camino de salvación y de paz; de hecho, el Maestro nos habla directamente en la Palabra y nos habla sobre este importante elemento para una vida completa, esa palabra es la que deseo compartir contigo como la porción del Pan diario, te invito a leer conmigo:

Juan 14:27 (RVR1960)

27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

La verdadera paz, esa paz que sobrepasa todo entendimiento humano es la que nos da el Maestro por medio del Espíritu Santo, esa verdadera paz que nos alienta cada día para poder continuar a pesar de las pruebas y dificultades que se nos puedan presentar es la que obtenemos al poner nuestra confianza en Dios; cuando lo hacemos podemos vivir confiados porque se cumple lo que nos dice la Palabra en el Salmos 91:1-4 (RVR1960)

1  El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.

Reflexiona sobre esa gran ventaja de tener a Dios como Padre, piensa que es Él quien trae fortaleza, paz, provisión, sanidad y todo lo que necesites; de esa manera encontraras la verdadera paz.

Te invito a que juntos nos presentemos delante del Trono de nuestro Padre en oración: amado Padre, gracias porque sabemos que bajo tus alas estamos seguros; gracias porque cada día nos das lo que necesitamos y poder vivir plenamente confiados en que tus misericordias y bondades se extienden sobre nosotros cada día; gracias amado Padre porque por medio de tu Hijo vemos un ejemplo de vida plenamente en confianza hacia ti; ayúdanos, en el nombre de tu amado Hijo Jesucristo para vivir una vida de paz poniendo nuestras cargas sobre ti y soltando todo peso que nos quiera atrapar, amén.

Pido al Padre que este hermoso martes seas colmado de paz y que puedas caminar confiado en el Señor, que seas bendecido a cada instante en el nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario