lunes, 28 de mayo de 2018

Un Camino de Justicia.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Una verdad ineludible es que nuestro Señor Jesucristo nos muestra el camino hacia la verdad, la justicia, el amor; es importante analizar cada aspecto de lo que él hizo en vida para poder ser imitadores y alcanzar la eternidad; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla de la justicia que debemos imitar, te invito a leer conmigo:

1 Pedro 3:12 (RVR1960)

12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal.

Si queremos ser agradables al Padre debemos practicar la justicia y dar a cada uno conforme nos gustaría que nuestro Padre nos dé, es un principio de siembra y ciega; recordemos, por ejemplo, que nuestro Padre es perfecto y santo y que nosotros somos pecadores que no merecemos su infinita misericordia; sin embargo nuestro Padre no se enfoca en nuestra maldad sino que la omite por medio de Jesucristo para poder justificarnos y darnos la salvación.

Si deseamos que se nos perdone de manera inmerecida entonces, ¿Por qué no perdonamos a las demás personas? Si deseamos que se nos pague bien, entonces debemos de hacer el bien y sembrar para cosechar en la eternidad; esa es la encomienda que se nos da por medio del ejemplo de Jesucristo: un ser perfecto que se dio en pago por los pecadores; meditemos entonces si estamos siendo justos en nuestra forma de ser y le estamos obedeciendo al Señor y estamos perdonando de corazón a los demás, aun si no lo merecen; ese es nuestro cometido y no debemos olvidarlo.

Te invito a que juntos nos presentemos delante del Trono de nuestro Padre: amado y glorioso Señor; gracias por ese amor inmerecido que nos ofreces por medio de tu Hijo; gracias porque en tu misericordia nos perdonas de manera incondicional y nos justificas por medio de Él; ayúdanos, en el nombre de tu amado Hijo, a poder perdonarnos los unos a los otros y así practicar ese camino de justicia que debemos transitar aquí en la tierra; gracias amado Padre, amén.

Pido al Padre que te cubra con su manto poderoso y que te libre de todo mal; bendecido y glorioso lunes mi amad@ amig@.

No hay comentarios:

Publicar un comentario