domingo, 10 de junio de 2018

Receptivo.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

¿Has notado que hay días en los que el sol parece brillar más; que vemos las cosas mejores y aun la lluvia nos parece hermosa?;esos días sentimos que Dios nos sonríe y extiende su amor con nosotros;  la porción del Pan diario del día de hoy nos da un recordatorio porque muchas veces nos extraviamos y perdemos de vista lo importante; te invito a leer conmigo:

Lamentaciones 3:22-23 (RVR1960)

22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.

Se que es un pasaje bíblico conocido pero muchas veces perdemos de vista el hecho de que cada día es una bendición de Dios para con nosotros; perdemos de vista en medio de la aflicción  del mundo el amor, la bondad y la misericordia del Padre para con nosotros al tomar su tiempo y pintar cada árbol; formar cada gota de agua, hacer brillar el sol o derramar la lluvia sobre nosotros; suplirnos con el pan necesario, darnos el don de la vida y la salud, aun en medio de la enfermedad su poder se manifiesta trayendo paz y esperanza; en fin, son tantas las formas como Dios se manifiesta a nosotros pero muchas veces no vemos esos bellos detalles.

Toma tu tiempo en este momento y recapacita sobre lo bueno que el Dios para contigo; analiza que cada bocanada de aire es una bendición, cada segundo de vida es una oportunidad de disfrutar las bondades y misericordias el Señor.

Te invito a que juntos elevemos una oración delante de nuestro hacedor: amado y glorioso Padre, Dios de amor y bondad, maravillas y poder; en este momento te queremos dar las gracias porque manifiestas tu amor al hombre por medio de todo lo que nos rodea; gracias porque nos das el don precioso de la vida; gracias por la familia, por el trabajo y por sobre todo, por habernos adoptado como tus hijos e hijas; en el nombre de tu amado Hijo te queremos pedir que nos abras los ojos para poder observar tu maravillosa obra cada día, amén.

Pido al Padre que este hermoso domingo tus ojos sean abiertos para poder observar con detenimiento la maravillosa obra del Señor, te deseo un feliz y sustancioso descanso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario