Verdadero amor.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Estos días hemos visto que Dios Padre se manifiesta a través de la naturaleza, a través del cielo vemos su majestuosidad, la tierra completa está llena de su gloria y que todo lo que exista debe pleitesía a su majestad;  la porción del Pan diario del día de hoy nos habla de una forma maravillosa del amor de Dios en nuestras vidas; te invito a leer conmigo:

1 Juan 4:7-12 (RVR1960)

7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.

Cuando nos amamos los unos a los otros entonces el plan perfecto se completa; si demostramos el amor de Dios a través de nuestras acciones entonces verdaderamente estaremos siendo luz en medio de la oscuridad y muchas personas podrán sentir ese maravilloso sentimiento que solo emana de nuestro Creador; nunca desaprovechemos la oportunidad que nos da el Padre para amarnos de hecho más que de palabra.

Te invito a orar conmigo: soberado Dios, Creador de todo; en este momento queremos darte gracias por tus bondades y misericordias que se extienden sobre nosotros a cada instante; gracias por ese amor perfecto que has dado por cada uno de nosotros cuando nos amaste primero a pesar de nuestras imperfecciones y debilidades; te damos gloria y honor porque solo tú lo mereces. En el nombre de tu amado Hijo Jesús te pedimos que nos ayudes amarnos los unos a los otros y así ser luz en medio de tanta oscuridad, que seamos obedientes a tu mandato de amarte a ti por sobre todo y a nuestros prójimos, amén.

Que este hermoso viernes seas colmado de paz y bendición y siempre seas cubierto por la poderosa ala del Padre.