sábado, 30 de junio de 2018

Fuente del amor.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Vamos a iniciar el tema del amor analizando la fuente de él; todo nace de alguna parte y por eso es importante analizar al nacimiento del amor para poder interiorizar si estamos recurriendo a la fuente que necesitamos; la porción del Pan diario del día de hoy nos habla precisamente de la fuente del amor; te invito a leer conmigo:

1 Juan 4:7-9 (RVR1960)

7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

La fuente de todo lo bueno, puro y santo es nuestro Creador; Dios desde el inicio a demostrado su infinito amor porque Él se nos ha revelado a todos nosotros de diversas maneras; la fuente de amor nace en Dios mismo; Él es el principio, de Él vemos que nace todo lo bueno y por ello debemos nosotros mismos demostrar ese amor y misericordia.

El día de ayer te decía que es importante analizar si verdaderamente tenemos a Dios en nuestro corazón; una forma importante de hacerlo es valorando nuestras acciones para con nuestros semejantes; si en ellas se demuestra bondad, misericordia y justicia entonces podemos estar seguros que el amor de Dios mora en nosotros.

Medita en este día y has un examen de conciencia de todas tus acciones, medita si desinteresadamente eres capaz de ayudar al necesitado; si no es así puedes tomar la decisión de cambiar tus acciones y dejar que seas lleno del amor de Dios.

Oremos: amado y glorioso Señor, gracias porque cada día nos demuestras el verdadero amor en todo lo que nos rodea; vemos en la naturaleza tanto detalle que haces para nosotros, vemos que suples nuestras  necesidades y por eso te estamos sumamente agradecidos; perdónanos si hemos endurecido nuestro corazón a tu Palabra y no hemos demostrado ese amor que pides hacia nuestros semejantes; en el nombre de tu amado Hijo, amén.

Pido al Padre que este hermoso sábado seas colmado de bendición y paz y que siempre seas guardado de todo mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario