sábado, 16 de junio de 2018

Nada.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Dia a día enfrentamos situaciones difíciles en las que muchas veces parece que nos  ahogamos y no tenemos nada a que aferrarnos;  la porción del Pan diario del día de hoy nos habla de una esperanza; te invito a leer conmigo:

Jeremías 32:17-19 (RVR1960)

17 !!Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti; 18 que haces misericordia a millares, y castigas la maldad de los padres en sus hijos después de ellos; Dios grande, poderoso, Jehová de los ejércitos es su nombre; 19 grande en consejo, y magnífico en hechos; porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar a cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras.

Que hermoso tener la revelación del profeta y poder entender que no hay nada, absolutamente nada difícil para Dios, el tiene todo el poder, sabiduría y amor para poder guiarnos cada día; analiza por un instante la bendición que tenemos de poder recibir esa magnifica ayuda a través de una oración; solo debemos abrir nuestra boca y nuestro corazón delante del ser más maravilloso y poderoso para poder recibir el auxilio oportuno, según nos ha prometido.

Te invito a que en este momento abras tu corazón y tus labios y juntos elevemos una corta oración delante del Trono de nuestro Padre: amado y gran Señor, Dios creador de todo, gracias por todo lo que nos das a cada instante porque sabemos que eres el dador de la vida; gracias porque recibimos cada día las bondades y amor que nos prometes a través de tu Santa Palabra; gracias porque sabemos que no hay nada imposible para ti y es por eso que te queremos abrir nuestro corazón y pedirte humildemente, en el nombre de tu amado Hijo, que nos ayudes cada día; que suplas nuestras necesidades, que guíes nuestros pasos, nos fortalezcas para continuar, sanes nuestras enfermedades y que siempre, siempre, podamos sentir tu presencia en nuestras vidas; gracias amado Rey porque inclinas tu oído para escuchar nuestras suplicas, amén.

Pido al Padre que siempre sientas su dulce presencia y puedas ser fortalecido en toda área de tu vida, bendecido sábado mi amad@ amig@.

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