Valiosa juventud.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Muchas veces los adultos menosprecian a los jóvenes porque ellos no tienen experiencia y cometen, según dicen ellos, muchos errores, la porción del Pan diario de hoy nos habla sobre la importancia de que los jóvenes también sean incluidos como parte del servicio, y también nos dice lo que ellos deben hacer para lograrlo, te invito a leer conmigo:

1 Timoteo 4:12 (RVR1960)

12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

Si somos jóvenes dispuestos a servir al Señor debemos cuidar nuestro actuar y buscar intensamente la presencia del Señor, debemos apartarnos de lo malo y andar en santidad para ser un ejemplo a seguir. No debemos andar en concupiscencias de maldad y dar rienda suelta a los deseos carnales que solo buscan su propio placer y deleite olvidando que pagaremos el precio por cada obra que hagamos.

Por otro lado debemos analizar que los jóvenes están llenos de vigor y fortaleza y que desean ser reconocidos; por eso es importante analizar la Escritura porque en ella encontramos ese manual de vida para conducirnos y ser agradables al Señor; Dios no menosprecia a los niños; Dios no menosprecia a los jóvenes; Dios ama a todas las personas sin importar su edad, estatus social o debilidades; Él desea usarnos para llevar su Palabra a todos y que los demás, a través de nuestro testimonio, lleguen al convencimiento de la Verdad.

Este es un maravilloso día para comenzar a actuar; elijamos sabiamente que hacer; te invito a que juntos elevemos una corta oración delante del Señor: amado Padre de la eternidad; se que para ti somos jóvenes porque a diario estamos en crecimiento y cometemos muchos errores; comparados contigo, amado Padre, somos seres que iniciamos nuestra vida y por eso te pedimos que nos des instrucción sobre como debemos actuar, que camino debemos seguir y que debemos dejar para así poder llegar a la eternidad contigo; en el nombre de tu amado Hijo te lo pedimos, amén.

En este hermoso lunes pido al Padre que seas bendecido en gran manera; que siempre recuerdes que somos jóvenes en la medida que nuestro corazón se renueve a través del Espíritu Santo.