Verdadera paz.

Verdadera paz.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Paz, pequeña palabra con gran peso en nuestra vida, los gobiernos la prometen, las personas la buscamos incansablemente y muchas veces es difícil, imposible de lograr por nuestros medios; la porción del Pan Diario del día de hoy nos da una hermosa promesa por parte de nuestro Padre, te invito a leer conmigo:

Salmos 94:19 (DHH)
19 En medio de las preocupaciones
que se agolpan en mi mente,
tú me das consuelo y alegría.

Cuando meditamos en el Señor, leemos su Palabra y creemos en sus promesas, la paz, la verdadera paz, nace en nuestros corazones; Él trae consuelo a nuestro ser, alienta nuestra alma y da reposo a nuestro corazón.

La verdadera paz es estar confiado en que todo mejorara; la verdadera paz es creer que todo opera para bien y que creceremos con las circunstancias sin importar el dolor que pacemos en un momento determinado; la verdadera paz es la que Jesucristo nos demostró al ser crucificado, en ese momento su alma estaba abatida, su cuerpo lacerado pero su espíritu reposaba en el Padre y confiaba en que le iba a librar de la muerte eterna.

Sin importar lo que pacemos en la vida creamos en el Señor y sigamos adelante teniendo paz en nuestro corazón de que el Señor tiene en control todas las cosas; te invito a que juntos elevemos una corta oración: amado Padre, creemos en tu Palabra y sabemos que de ti proviene la verdadera paz, esa paz que el mundo no puede dar porque solo en tu amor, misericordia y poder la podemos sentir; ayúdanos a confiar cada día más en ti y no dejarnos llevar por nuestros sentimientos de dolor o angustia; en el nombre de tu amado Hijo te lo pedimos, amén.

Pido al Padre que este hermoso viernes seas colmado de la paz de Dios en tu mente y corazón, que las bendiciones del Padre sean sobre tu vida y que seas guardado de todo mal.