Corazón aprobado.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Ayer te comentaba sobre ser un obrero aprobado por el Padre, para poder llegar a serlo debemos tener primeramente un corazón aprobado por Él; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla sobre este bello tema, te invito a leer conmigo:

Proverbios 21:2 (RVR1960)

2 Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
Pero Jehová pesa los corazones.

Todo lo que hacemos nos parece correcta porque creemos tomar siempre las mejores decisiones; nos parece que nuestros sentimientos son nobles y muchas veces no lo son en realidad porque buscamos nuestro propio beneficio; un ejemplo de ello es cuando le pedimos al Señor que cambie a x o y persona, que Él opere en el corazón de esa persona pero no le pedimos que examine el nuestro para saber si somos nosotros quienes estamos suscitando el problema.

Muchas veces pedimos para nuestro beneficio, tal como nos dice en Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” (RVR1960); cuando verdaderamente tenemos un corazón aprobado por el Padre entonces vamos a pedir guiados por el amor, la bondad, la misericordia y el perdón para que las demás personas puedan recibir bendiciones mayores alas nuestras aunque nos hagan daño y deseen nuestro mal.

En este día pidamos juntos al Padre que forme un corazón conforme a su voluntad: amado Padre de todo dominio, en este día reconocemos tu grandeza y majestad; sabemos que tú eres quien pesa nuestro corazón y por ello te pedimos, en el nombre de tu amado Hijo, que formes en nosotros un corazón íntegro y puro que te alabe y exalte a ti solamente, un corazón que ame y perdone a nuestros semejantes; te pedimos que bendigas grandemente a nuestros enemigos y que les protejas de todo mal; que tú les bendigas 4 veces más de lo que me bendices a mí, amén.

Pido al Padre que este hermoso viernes seas colmado de gran paz, prosperidad y amor; que todo lo que hagas sea bajo la guía del Espíritu Santo.