domingo, 15 de abril de 2018

Vasos de honra

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Muchas veces leemos la Palabra y no analizamos el poderoso mensaje que nos da nuestro Padre a través de ella; la porción del Pan Diario del día de hoy es un claro ejemplo de ello, te invito a leer conmigo:

2 Timoteo 2:20-22 (DHH)

20 En una casa grande, no solamente hay objetos de oro y de plata, sino también de madera y de barro; unos son para usos especiales y otros para uso común. 21 Si uno se mantiene limpio de esas faltas, será como un objeto precioso, consagrado y útil al Señor, apropiado para cualquier cosa buena. 22 Huye de las pasiones de la juventud, y busca la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con todos los que con un corazón limpio invocan al Señor.

Este pasaje nos da un mensaje sumamente importante: para ser vasos de honra y útiles al Señor debemos de huir de aquello que a Él le desagrada y buscar dar los frutos que Dios demanda de nosotros.

Talvez digas que esto es básico o que es muy obvio, pero lo que debemos analizar es si estamos siendo vasos de honra, preciosos y consagrados a nuestro Padre o si estamos siendo objetos comunes los cuales no son útiles, sino que más bien estorban cada día. Esto es algo que debemos meditar y pedirle al Señor que nos ilumine para saber si estamos en el camino de la santificación o solo por un camino de religiosidad sin cambios importantes en nosotros como personas; recordemos que Dios no es religión, Él es relación y esa relación debe verse reflejada en nuestro actuar hacia los demás.

Hay esperanza por medio de Jesucristo, siempre tenemos la oportunidad de cambiar y comenzar a buscar esa relación intima y preciosa e iniciar a dar los frutos que agradan al Señor; este es el día de nuestro cambio. Te invito a que juntos nos presentemos en oración delante de nuestro amado Padre: amado Señor, queremos rendirnos delante de ti en agradecimiento por tu gran e infinito amor; queremos pedirte que nos ayudes, en el nombre de tu amado Hijo, para que seamos vasos de honra que lleven tu Palabra a otras personas; para eso te pedimos que nos ayudes a ser llenos de tu Santo Espíritu para que el amor tuyo sea nuestra guía y actuemos en amor los unos con los otros; gracias Señor, amén.

Pido al Padre que este hermoso domingo seas guardado de todo mal y que todo lo que hagas sea para la gloria de nuestro Padre. Bendiciones.

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