Tomando la cruz.

Tomando la cruz.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Todos tenemos, sin importar edad, género o nacionalidad; debilidades que debemos sobrellevar cada día; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla sobre lo que nos dijo Jesús que debemos hacer siempre, te invito a leer conmigo:

Mateo 16:24 (DHH)

24 Luego Jesús dijo a sus discípulos: —Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame.

¿Cuál es tu cruz? Puede ser que luches contra la mentira, cada día debes enfrentar a tu lengua y luchar por decir la verdad; puede ser en adulterio o la fornicación: cada día luchando para no caer en la tentación y deleites de la carne; puede ser que luches fuertemente contra el odio que se trata de apoderar de tu corazón para hacer lo malo a la persona que te hizo daño; puede que luches contra el desconsuelo de sentirte no amado, abandonado por todos los demás; no se cual sea tu carga pero te puedo asegurar que esa carga es posible llevarla si lo haces junto a alguien que es más fuerte, más poderoso que tu: Cristo Jesús.

Si de algo estoy seguro es que la Palabra nos da consuelo y esperanza, Cristo nos dice: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar. 29 Acepten el yugo que les pongo, y aprendan de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontrarán descanso. 30 Porque el yugo que les pongo y la carga que les doy a llevar son ligeros.»” (Mateo 11:28-30 DHH) te aseguro que si vienes a Cristo y permites que él lleve tus cargas es más fácil soportar toda aflicción porque tendremos una esperanza de vida eterna; no te digo que los problemas desaparecerán, lo que sucederá es que verás las cosas de un modo diferente y podrás soportar todo porque Cristo te ayudará cada día.

Te invito a que oremos al Padre: amado Padre, gracias por la esperanza que nos das a través de tu Hijo; gracias porque sabemos que deseas una vida de bienestar, gozo y paz y por eso te pedimos que por medio de tu amado Hijo nos ayudes a soportar todo problema, tribulación o angustia; amado Padre, perdónanos y ayúdanos, en el nombre de tu amado Hijo, a crecer en el conocimiento tuyo cada día, amén.

Pido al Padre que te fortalezca para seguir adelante, sin importar lo que estés pasando que disfrutes al máximo este hermoso miércoles y seas colmado de bendición; recuerda: la bendición de Jehová enriquece y no añade tristeza con ella.