domingo, 29 de abril de 2018

Nuestra luz.



Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

No hay peor cosa que estar en la oscuridad, ella evoca en nosotros temor, angustia e incluso dolor; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla sobre nuestra verdadera luz, te invito a leer conmigo:

Salmos 27:1-3 (RVR1960)

1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron.
3 Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.

Este poderoso salmo nos evoca mucha seguridad al saber que nuestro Padre es quien ilumina y guía nuestras vidas; aunque se levante el maligno él ha sido derrotado y eso nos hace estar confiados en el Señor y en el poder de su fuerza; debemos caminar cada día confiados en que Él nos guarda, que está a nuestro  lado ayudándonos en todo momento, por eso debemos reposar completamente en Él.

Se que muchas veces es difícil confiar porque no vemos nada con nuestros ojos, pero si tenemos el oído puesto en lo que el Señor nos dice podremos salir adelante porque Él guía, a través de su Palabra, cada uno de nuestros pasos; sin importar cuanta oscuridad exista a nuestro alrededor debemos confiar plenamente en su Palabra, ella es luz a nuestro camino y esperanza a nuestra vida.

Te invito a que juntos elevemos una corta oración delante de nuestro amado Padre: glorioso y soberano Señor, Dios de todo amor y bondad, estamos delante de ti en este día para darte gracias porque guías cada uno de nuestros pasos a través de tu Palabra, gracias porque nos has dado ese maravilloso manual de vida y podemos estar confiados en tu Verdad; ayúdanos y fortalécenos para confiar siempre en tus promesas y abre nuestros ojos para que podamos ver el momento en que cumples cada una de ellas; gracias amado Padre en el nombre de tu amado Hijo, amén.

Pido al Padre que este hermoso lunes seas colmado de las más ricas y abundantes bendiciones del Señor en tu vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario