Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.
Tiempos terribles, un mundo lleno de plagas, gente violenta, escasez, hambruna; elementos que llevan nuestra vida al límite de la desesperación muchas veces; la porción del Pan Diario del día de hoy nos da una esperanza, te invito a leer conmigo:
Salmos 121 (RVR1960)
1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.
5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.
7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.
8 Jehová guardará tu salida y tu entrada Desde ahora y para siempre.
Una esperanza, una luz en medio de la oscuridad; nuestra confianza no debe estar en nuestra fuerza o en otro hombre; no debemos confiar en la riqueza, nuestra entera confianza, así como el salmista, debe estar en Jehová, nuestro amado Padre; de Él vendrá nuestro socorro en todo tiempo.
Te invito a que juntos elevemos una corta oración delante del Trono de nuestro Padre: amado Señor de todo poder, gracias porque sabemos y confiamos que nunca nos desamparas; a pesar de la densa oscuridad sabemos que tu luz brilla rompiendo todo dolor, angustia o sufrimiento; en ti confiamos y sabemos que no seremos avergonzados porque siempre nos cuidas; gracias amado Padre, en el nombre de tu amado Hijo, amén.
Que la paz del Señor Jesucristo y las bendiciones del Padre sean sobre tu vida en este hermoso jueves.
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