martes, 10 de abril de 2018

Congregarse

¿Congregarse?.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Es ineludible que hoy en día uno de los más atacados puntos es el congregarse, muchas personas alegan que se instruyen por internet, la radio o la televisión; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla sobre lo que nos muestra Jesucristo como lo que debemos hacer, te invito a leer conmigo:

Lucas 4:16 (DHH)

16 Jesús fue a Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado entró en la sinagoga, como era su costumbre, y se puso de pie para leer las Escrituras.

Jesucristo, aun siendo el Hijo del Dios Altísimo, se congregaba y estudiaba la Palabra, entonaba canticos y hacia oración; nosotros con mayor necesidad debemos hacerlo porque cuando nos congregamos recibimos bendición y vida eterna, tal como nos dice en el libro de Salmos 133; ahora bien, el paradigma que debemos romper es que solo un día a la semana escudriñamos la Palabra en la congregación;  debe ser todos los días que busquemos al Señor en oración siguiendo el ejemplo bíblico de Jesús, escudriñemos la Palabra y alimentemos el espíritu.

Mi amado amigo, mi amada amiga, reflexionemos sobre la importancia de alimentar nuestro espíritu y hagámoslo de la mejor manera, no siguiendo dogmas o paradigmas sino yendo a la fuente de verdad que es la Palabra de Dios; recordemos en todo tiempo lo que Jesucristo nos dijo “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. 16 De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. 17 Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.” (Juan 13:15-17 Reina-Valera 1960)

Te invito a que juntos nos presentemos delante del Trono de nuestro amado Padre, oremos: amado Señor, Dios creador del Cielo, la tierra, el mar y todo lo que en ellos habitan; te alabamos porque nos amas tanto que enviaste a tu Hijo para mostrarnos el verdadero Camino a ti; ayúdanos, en el nombre de tu amado Hijo te lo pedimos, para que todo lo que hagamos sea fruto de la revelación de tu Santa Palabra; que no hagamos nada por contienda, dogma o desconocimiento; que tú nos abras la luz del entendimiento cada día más, amén.

Pido al Padre que este hermoso martes seas guardado de todo mal y colmado de abundante paz, gozo y amor.

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