miércoles, 18 de abril de 2018

Esperanza.



Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Desesperación, angustia, dolor, incertidumbre son solo algunos adjetivos del tiempo actual; son características del mundo que nos rodea y que muchas veces llega a afectar nuestra vida si no estamos cimentados en la Palabra, la Verdad; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla sobre una palabra de esperanza que siempre debe estar en nuestra mente, te invito a leer conmigo:

Hechos 3:19-21 (RVR1960)

19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, 20 y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21 a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.

Para nadie es un secreto que estamos ante las puestas de la segunda venida de Cristo, las profecías se han cumplido y vemos lo convulso y desastroso de los gobiernos humanos; sin embargo, la Palabra nos da esperanza; una esperanza basada en Cristo, el Hijo del Dios viviente.

La esperanza es lo que nos diferencia de las personas incrédulas porque por la esperanza es que vivimos confiando en que todo lo malo ha de pasar y que estaremos en un mejor lugar; es por la esperanza de la vida eterna que trabajamos cada día para la obra del Señor sabiendo que de Él recibiremos la recompensa; tenemos la pena certeza de su venida y por eso tratamos cada dia de hacer su voluntad y llevar la Palabra a quienes la necesitan; esperanza en la vida eterna; esperanza en una resurrección; esperanza en estar delante de su presencia por toda la eternidad.

Si has perdido la esperanza a causa de lo que sucede a tu alrededor; recuerda lo que nos dice la Palabra arrepentíos y convertidos para que venga del Señor tiempos de refrigerio.

Te invito a que juntos elevemos una corta oración delante del Trono de nuestro Padre: amado Señor, te damos las gracias porque por medio de tu Hijo hay esperanza para la humanidad; ayúdanos, en el nombre de tu amado Hijo, a que siempre recordemos que el presente es pasajero y que más adelante esteremos en la eternidad contigo, gracias amado Padre por la promesa de una vida eterna que nos das a través de tu Hijo Jesucristo, amén.

Pido al Padre que este hermoso miércoles seas marcado con la dulce presencia del Espíritu Santo y que seas guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, bendiciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario