lunes, 23 de abril de 2018

Dones.



Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Hoy nuestro Creador te ha dado el don de la vida; muchos tenemos la bendición de poder hablar, tener un hogar e infinidad de bendiciones que muchas veces no valoramos; la porción del Pan Diario del día de hoy nos habla sobre cómo debemos usar cada don recibido de nuestro Padre, te invito a leer conmigo:

Romanos 12:6-8 (DHH)

6 Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que él quiso dar a cada uno. Por lo tanto, si Dios nos ha dado el don de profecía, hablemos según la fe que tenemos; 7 si nos ha dado el don de servir a otros, sirvámoslos bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se dedique a la enseñanza; 8 el que haya recibido el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo cuidado; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría.

Todos los seres humanos somos diferentes y en esa diferencia radica la belleza de cada uno; todos igualmente tenemos diferentes dones para servir a nuestro Padre y debemos hacerlo con alegría en nuestro corazón alegrándonos de poder ser de utilidad para los demás.

Es ineludible que no servimos para todo, pero todos servimos para algo; debemos analizar para que hemos sido creados y comenzar a trabajar al servicio de los demás rompiendo en nuestras vidas todo sentido egocéntrico de que los demás deben servirnos a nosotros; el mismo Señor Jesucristo nos lo dijo muy claramente en el libro de Mateo 20:28 “como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (RVR 1960)

En este día iniciemos sirviendo con nuestros dones a los demás, recordemos que si sembramos recibimos la cosecha más adelante, te invito a que juntos elevemos una corta oración delante de nuestro Padre: amado Señor de toda bondad gracias infinitas por los dones que me das; gracias porque me das la vida y eso me permite servir a las demás personas; ayúdame, en el nombre de tu amado Hijo te lo pido, a ser humilde de corazón para poder servir con alegría a mis semejantes, amén.

Pido al Padre que este hermoso lunes, inicio de semana laboral, puedas poner este importante tema en practica en tu lugar de trabajo para así que disfrutes de lo que hagas; te bendigo en el nombre de Cristo Jesús.

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