martes, 10 de julio de 2018

Santidad a Jehová

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Cuando estudio la Palabra hay artes que me laman mucho la atención; una de ellas es la que encontramos en la  porción del Pan diario del día de hoy que nos habla de la santidad que demanda nuestro Padre de cada uno de nosotros; te invito a leer conmigo:

Éxodo 28:36 (RVR1960)

36 Harás además una lámina de oro fino, y grabarás en ella como grabadura de sello, SANTIDAD A JEHOVÁ.

Lo que más me llama la atención de este pequeño texto es que esta lamina se pidió a Moisés se hiciera para el sumo sacerdote Aarón y debía estar sobre su frente en todo momento cuando se presentara delante de la presencia del Señor; esto nos da una poderosa enseñanza porque nosotros, al igual que Aarón, debemos presentarnos en santidad delante del Señor en todo momento.

Esa santidad inicia en nuestra mente; es allí donde tomamos una decisión consiente de cambio; es en nuestra mente donde analizamos lo que estamos haciendo y si lo podemos cambiar para poder presentarnos delante del Trono de nuestro Padre de manera agradable; la santidad no es perfección, perfecto solo Jesucristo, la santidad es decidir apartarnos de lo malo y vivir una vida dedicada a nuestro Padre y a nuestros prójimos; santidad es buscar cada día apartarnos de lo malo y tratar de mejorar en cada aspecto de nuestra vida.

Esa santidad solo se logra cuando meditamos en la Palabra de Dios, recordemos lo que nos dice la escritura en el Salmos 19:7 “La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.” Si deseas comenzar a santificarte entonces comienza a leer y escudriñar la Escritura, allí encontrarás la Ley perfecta, pura y santa de nuestro Creador.

Te invito a orar conmigo: amado y bondadoso Señor, en este día te damos las gracias porque nos has escogido para poder ser tus hijos, límpianos de toda maldad y ayúdanos, en el nombre de tu Hijo te lo pedimos, para poder vivir en santidad siéndote agradables en nuestra manera de vivir; cúbrenos con tu manto cada día y guía siempre nuestros pasos a través de Tu Santo Espíritu, amén.

Pido al Padre que este hermoso martes seas guardado irreprensible de todo mal y que siempre su favor y misericordia este en tu vida. Bendiciones mi amad@ amig@.

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