lunes, 23 de julio de 2018

Mismo Espíritu.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Cuando leemos la Palabra de Dios nos quedamos maravillados con las historias de los grandes hombres de ella; hablar de Moisés, Josué, Abraham, Isaac, Jacob David, Salomón, el mismo señor Jesucristo y todos los demás nos llena de esperanza porque vemos las manifestaciones del poder de Dios en cada uno de ellos, sin embargo, la porción del Pan diario del día de hoy nos habla de una verdad que muchas veces olvidamos y nos sentimos atemorizados; te invito a leer conmigo:

Romanos 8:11 (NTV)

11 El Espíritu de Dios, quien levantó a Jesús de los muertos, vive en ustedes; y así como Dios levantó a Cristo Jesús de los muertos, él dará vida a sus cuerpos mortales mediante el mismo Espíritu, quien vive en ustedes.

El Espíritu Santo que operaba en cada uno de los grandes hombres, incluido nuestro Maestro; es el mismo Espíritu que ha sido depositado en nosotros cuando aceptamos a Jesucristo como Señor y Salvador; ese mismo poder que opero en cada uno de ellos es el que nos ha sido dado por el Padre para luchar cada día y crecer en obras que glorifiquen a nuestro Padre.

¿Cuántas veces has sentido la necesidad de orar por un enfermo para que Dios lo sane? ¿Cuántas veces has visto una persona presa de la droga y has sentido orar por él para que Dios lo liberte de esa atadura? Incluso ¿Cuántas veces el enemigo te a atacado y has salido corriendo a buscar que oren por ti? El mismo Espíritu que mora en los grandes evangelistas, en los predicadores, en los pastores, en fin…en todos los grandes siervos de Dios es el que mora en ti.

El temor y la duda son lo que te han impedido actuar siguiendo ese sentir; hoy te digo: comienza a activar ese don que Dios te ha dado; cree que el Espíritu que mora en ti tiene el poder para sanar, para libertar y para restaurar cada vida; activa tu fe y comienza a hacer lo que el Espíritu pone en tu corazón hacer.

Oremos: amado Señor, gracias porque has derramado de tu poder en mi vida; gracias porque me has ungido con el poder del Espíritu Santo; perdóname por haber dudado de ti y creerle más al temor y a la duda que a tu Palabra; ayúdame, en el nombre de tu Hijo te lo pido, para poder ser obediente a tu llamado y así activar ese don que me has dado; reconozco que soy incompetente por mí mismo y que tu me puedes usar para tu honra y para tu gloria, amén.

Pido al Padre que este hermoso lunes sea un nuevo inicio en tu vida espiritual, que sientas el fluir del Espíritu Santo en tu vida y que seas bendecido en gran manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario