domingo, 15 de julio de 2018

Alfa y omega.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

¿A quién recurres en momentos de dificultad? Muchas veces cuando enfrentamos momentos de dolor o angustia vamos donde las demás personas buscando consuelo, sin embargo, hay algo mejor que podemos hacer y es recurrir al Padre; en la porción del Pan diario del día de hoy se nos recuerda lo que nuestro Padre es; te invito a leer conmigo:

Apocalipsis 1:8 (RVR1960)

8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.

Nuestro Señor es todo, él desde el principio y antes del mismo tiempo ya existía y poseía todo el dominio, poder y gloria; aun después que el mundo acabe él seguirá existiendo y demostrado su señorío; ese es mi concepto de Dios; un Dios todo poderoso que se presenta de tres maneras (Padre, Hijo y Espíritu) y que en su infinito poder siempre continua siendo el mismos; esto es algo que para la mente humana es imposible de entender por lo que debemos entenderlo en el espíritu; un Dios que nos ama tanto que se hizo hombre despojándose de su poder y señorío para poder demostrarnos el camino a la eternidad.

Por todo lo que Él es, es que lo mejor en cada momento de aflicción es recurrir a su poderosa presencia y abrir nuestro corazón delante de su trono; Él esta dispuesto a recibirnos en cualquier momento y extender su mano de misericordia y consuelo, sanarnos, perdonarnos y guiarnos para salir adelante; ese es el Dios en el cual yo creo, ¿en cuál crees tú?

Te invito a orar: amado y poderoso Señor, se que eres todo y que todo lo creado subsiste gracias a ti; sé que eres magnifico y soberano y que nada escapa de tu poder; sé que eres amor y bondad y que deseas solo nuestro bienestar, sé que eres perdón y consuelo y que estas dispuesto a extender tu misericordia sobre mi vida; por todo ello te alabo Señor, te alabo porque eres magnifico y soberano; glorioso Padre gracias por cada latido de mi corazón, gracias por cada segundo de vida y porque sé que en la eternidad moraré juntamente contigo; gracias amado Padre, amén.

Pido al Padre que este hermoso domingo seas cubierto por las alas del Todopoderoso Creador de todo lo que existe; que siempre seas bendecido y que tus pasos sean guiados por su Santo Espíritu. Un abrazo a la distancia mi amad@ amig@.

No hay comentarios:

Publicar un comentario