Nuevo pacto.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Que hermoso es saber que tenemos acceso delante de la presencia de nuestro Creador; es hermoso saber que podemos estar confiadamente delante de su Trono y llevar ofrendas de adoración y pedirle en nuestras debilidades fortaleza; en nuestra tribulación paz; la porción del Pan diario del día de hoy nos habla de esta hermosa transición; te invito a leer conmigo:

Hebreos 8:10 (DHH)

10 La alianza que haré con Israel después de aquellos días, será ésta, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

En el nuevo pacto nosotros somos llamados a tener la Ley de Dios en nuestras mentes para pensar conforme a la voluntad de nuestro Dios; si meditamos constantemente en la Palabra veremos un cambio radical en nuestras vidas porque pensaremos como piensa Él; si las tenemos escritas en nuestro corazón entonces vamos a actuar conforme a la santa voluntad del Creador para amarle a Él por sobre todas las cosas y amarnos los unos a los otros.

Es hermoso saber que en este nuevo pacto la presencia de nuestro Dios esta siempre con nosotros por medio de su Santo Espíritu y que siempre nos dará el perdón, consuelo y fortaleza si se lo pedimos de corazón; es hermoso saber que podemos estar en su presencia en cualquier momento por medio de la oración; que hermoso es ser hechos hijos de Dios por medio de Jesucristo.

Reflexiona sobre las grandes ventajas de ser hechos real sacerdocio, nación santa por medio del sacrificio llevado en la Cruz; analiza si las leyes del Señor están en tu corazón y en tu mente y si estás actuando conforme a su voluntad. Oremos: glorioso Señor, gracias porque me has hecho libre y me das la oportunidad de ser tu Hijo; gracias porque sé que puedo estar en tu presencia con solo disponer mi corazón y abrir mi boca para orar; gracias porque me hablas a través de tu Palabra y por medio de tu Santo Espíritu recibo consuelo, fortaleza y corrección; gracias amado Padre por todo ello, amén.

Pido al Padre que este hermoso lunes seas colmado de bendición y paz y que seas guiado siempre por el Santo Espíritu de Dios en todo lo que hagas.