domingo, 22 de julio de 2018

Afanarse.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

En sencillo estar confiados cuando lo tenemos todo; cuando estamos en estabilidad podeos reposar y muchas personas incluso caen en el olvido espiritual, sin embargo la porción del Pan diario del día de hoy nos habla de que verdaderamente en todos los momentos debemos depender  de Dios, te invito a leer conmigo:

Mateo 6:32-34 (DHH)

32 Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. 33 Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. 34 No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

Cada día Dios provee lo que necesitamos si verdaderamente caminamos en su justicia y en obediencia a su Palabra; sé que este versículo se usa muchas veces para dar consuelo a quienes pasamos necesidades de una u otra índole, sin embargo muchas veces no se hace énfasis en lo que dice el versículo 33 “Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas” siendo este el requisito para que suceda lo que nos dice en el 34; debemos poner nuestra mirada en lo eterno y hacer lo justo delante de Dios.

Nuestra vida no debe girar entorno a nosotros mismos, recordemos que el Maestro nos enseña que debemos darnos a los demás y en la medida que practiquemos esa justicia divina recibiremos la recompensa eterna de nuestro Padre; debemos ser íntegros y obedientes para recibir la bendición de la provisión diaria de lo que necesitemos; Dios lo ha prometido y Él siempre cumple su palabra si somos obedientes a su mandato.

Oremos: amado Padre, gracias te doy porque se que deseas bendecirme cada dia y darme lo que necesito; ayúdame Señor, en el nombre de tu amado Hijo te lo pido, para poder ser justo delante de Ti y hacer tu voluntad cada día y así poder recibir esa bendición que tienes preparada para mí; amén.

Pido al Padre que este hermoso domingo seas colmado de las más abundantes bendiciones del Señor, que nada falte en tu vida y que la paz del Señor sea sobre ti a cada instante.

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