jueves, 12 de julio de 2018

Falsa confianza.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Qué difícil es muchas veces seguir adelante confiando en Dios; muchas veces las personas ponemos la mirada en otro ser humano y nos olvidamos de las muchas bondades y misericordias que el Padre tiene con cada uno de nosotros; en la porción del Pan diario del día de hoy se nos relata lo que muchas veces hacemos; te invito a leer conmigo:

Éxodo 32: 1 (RVR1960)

1  Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.

Muchas veces, al igual que el pueblo de Israel, cuando dejamos de ver a las personas delante de nosotros que nos orientan comenzamos a retroceder hacia el mal porque olvidamos que quien usa a esas personas es el mismo Dios, Jehová de los ejércitos; nuestro libertador, consolador y ayudador no es un hombre, es el mismo Creador de los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos habita; sin embargo, muchas veces olvidamos que nuestro Padre nos ama tanto que dio a su Hijo en pago para sacarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte eterna.

Si te ha sucedido alguna vez que has perdido el camino por poner la mirada en algún hombre te invito a que reflexiones sobe tu decisión, medita en quien has puesto tu confianza y te invito a volver a dar las riendas de tu vida al Señor; recuerda que Él siempre está con los brazos abiertos dispuesto a recibirte.

Te invito a orar: amado y poderoso Padre, en este día te doy las gracias por el precio que pagaste por mí, gracias porque por medio de tu Hijo me has liberado y me has dado la vida eterna; perdóname por las veces que he desviado la mirada y la he puesto en cosas vanas olvidando que tu ofreces lo eterno; ayúdame para que mi confianza sea renovada en ti y así poder ver tu poder operando en mi vida; en el nombre de tu amado Hijo te alabo, exalto y bendigo por siempre, amén.

Pido al Padre que este hermoso jueves seas guiado por caminos de rectitud a través del Espíritu Santo y que tu mirada nunca se desvíe del Señor. Bendecido día mi amad@ amig@.

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