miércoles, 11 de julio de 2018

Grandes bendiciones.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Cuando camínanos siguiendo los preceptos bíblicos y estamos en rectitud delante del Padre vienen grandes cosas a nuestra vida; una hermosa y poderosa promesa es la que encontramos en la  porción del Pan diario del día de hoy; te invito a leer conmigo:

Ezequiel 34:26-28 (NTV)

26 Bendeciré a mi pueblo y a sus hogares alrededor de mi colina sagrada. En la temporada oportuna les enviaré las lluvias que necesiten; habrá lluvias de bendición. 27 Los huertos y los campos de mi pueblo darán cosechas abundantes y todos vivirán seguros. Una vez que yo rompa las cadenas de su esclavitud y los rescate de quienes los esclavizaron, entonces ellos sabrán que yo soy el Señor. 28 Ya no serán presa de otras naciones, ni animales salvajes los devorarán. Vivirán seguros y nadie los atemorizará.

Si contextualizamos esta promesa a los tiempos modernos veremos que nunca faltará el medio para traer el alimento a nuestra mesa; el Señor hará llover bendición sobre nuestros hogares y podremos estar seguros porque Él nos guardará en todo momento y lugar.

La Palabra es hermosa y debemos entender que ella contiene promesas para cada uno de nosotros así como requerimientos para que esas promesas lleguen a nuestras vidas; debemos aferrarnos a las promesas una ves que hemos cumplido con el mandato que se nos da por parte del Creador y entonces nuestros ojos podrán ver su mano moviéndose a nuestro favor; si deseas conocer los requisitos para que estas promesas operen en tu vida entonces comienza a leer la Palabra y pídele al Espíritu Santo que te abra al entendimiento para que puedas comprender lo que allí está; recuerda que la Palabra es espiritual y por eso se necesita verla a través del Espíritu y no a través de nuestra mente carnal.

Te invito a orar conmigo: amado y poderoso Señor, en este día te damos gracias porque nos das la oportunidad de ser grandemente bendecidos, gracias porque tienes los mensajes para nosotros a través de tu Palabra; danos el entendimiento a través de tu Santo Espíritu para poder comprender lo que dejaste escrito para nuestra edificación, corrección y consuelo; en el nombre de tu amado Hijo te lo pedimos, amén.

Pido al Padre que este hermoso miércoles, día de bendición, el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tus seres amados; lluvia de bendiciones para ti sean derramadas por parte del Padre.

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