En los momentos de desesperación, si somos humildes levantamos la mirada para ver de dónde viene nuestro socorro; reconocemos nuestra incapacidad de vencer y entonces buscamos el auxilio; la porción del Pan diario del día de hoy nos habla de en quien debemos poner nuestra confianza, te invito a leer conmigo:
Salmos 121:2 (RVR1960)
2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
No debemos buscar socorro en los hombres porque ellos fallan, y, aunque muchas veces desean de corazón ayudar, son limitados y no tienen el mismo poder de nuestro Creador; la Palabra nos dice que Dios, con el poder de su palabra hizo todo lo que existe, lo visible y lo invisible y con sus manos formó al hombre del polvo; imagina todo el poder que reside en Él, si así lo haces verás que no hay nada imposible para Dios.
Oremos: amado Padre, sabemos que deseas ayudarnos en nuestras tribulaciones y también sabemos que eres poderoso para solucionar cualquier situación que enfrentemos; te pedimos, en el nombre de tu amado Hijo, que nos des la revelación para buscar en oración tu presencia y escuchar tu consejo por medio de la Palabra para así obtener ese socorro que necesitamos; amén.
Pido al Padre que este maravilloso sábado seas bendecido en sobreabundancia y que seas guardado siempre de todo mal; que el Ángel de Jehová acampe alrededor tuyo y de tus seres amados.
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