viernes, 17 de agosto de 2018

Aviva el fuego.

2 Timoteo 1:6 (RVR1960)
6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.

Buen día mi amad@ amig@, la porción del Pan diario de hoy nos habla de algo imperativo para nuestra vida: avivar el fuego de nuestro corazón.

No hay sensación más hermosa que estar en la presencia de nuestro Padre celestial,  en ese momento en que nós podemos presentar delante de su majestad sentimos recorrer en nuestro interior esa llama de pasión,  amor y paz.

Para poder avivar ese fuego es necesario tener un corazón contrito y humillado,  es necesario reconocer que no somos merecedores de sus bondades y misericordias,  es necesario clamar al Señor su favor cada día, pero sobretodo es necesario orar de corazón y llorar en su presencia para poder recibir ese fuego espiritual que nos ayuda a vencer cada día todo aquello que se nos presente.

Si no has experimentado ese momento maravilloso te invito a orar: amado Rey y Padre, me presento delante de tí, en el nombre de tu amado Hijo, reconociendo mi debilidad,  mi dependencia de tí, sabiendo que solo en tu preciosa presencia me siento libre.  Te pido que me ayudes cada día a avivar ese fuego en mi interior,  que cada momento de mi vida sea para alabarte y glorificar tu majestad. Amén.

Pido al Padre que este hermoso viernes seas colmado de bendición y paz. Que el Señor te guarde, que Él te proteja y guíe a cada paso que des.

No hay comentarios:

Publicar un comentario