miércoles, 28 de marzo de 2018

Pecado por debilidad.

Pecado por debilidad.

Buen día mi amado amigo, mi amada amiga, que la gracia del Padre, el amor del Hijo y la comunión del Santo Espíritu este sobre tu vida, que el Espíritu Santo nos de revelación de la Santa Palabra.

Es duro saber que cada día estamos expuestos a tentaciones que pueden hacer que caigamos en el pecado y que no debemos darle las riendas de nuestra vida a la carne; la porción del Pan Diario del día de hoy habla sobre lo que debemos hacer para evitar caer en pecado por debilidad en la carne, te invito a leer conmigo:

Gálatas 5:16-18 (DHH)

16 Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos. 17 Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los otros, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quisieran. 18 Pero si el Espíritu los guía, entonces ya no estarán sometidos a la ley.

Cuando vivimos según la carne solamente deseamos sentir placer y no estamos dispuestos al sacrificio; imagina por un momento que Jesucristo no hubiese estado dispuesto a sacrificar todo su ser para darnos vida eterna; imagina que eres tu quien debe permitir ser golpeado, vituperado, crucificado para que con tu muerte una persona que si es culpable de todo mal sea libertada en tu lugar, ¿lo harías?

Por eso Jesús es el mejor ejemplo de vivir según el espíritu y no según la carne; la carne es débil, busca su propio deleite; la carne teme a la muerte, en la carne están los malos deseos y es ella la que nos lleva al pecado muchas veces.

El mismo Señor Jesucristo nos da la salida para no caer en la tentación en Mateo 26:41 “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”  depende de nosotros hacer caso a este mandato del Señor para vivir en santidad.

Mi consejo para ti en este día: recuerda que no hay pecado tan grande que el Señor no perdone; solo confiesa ante Él todo y arrepiéntete de corazón; verás que sientes paz en tu interior.

Te invito a que juntos nos presentemos en oración delante del Trono de Misericordia de nuestro Padre: amado Señor, delante de Ti estamos reconociendo que somos pecadores; reconociendo que muchas veces te hemos fallado y que no merecemos tu perdón, amor y bondad; sabiendo, amado Padre, que estas dispuesto a perdonarnos y por eso nos humillamos delante de ti para pedirte que nos perdones; en el nombre de tu amado Hijo ayúdanos a no caer en la tentación y ser vasos de honra para ti, amén.

Pido al Padre que este hermoso miércoles seas colmado de la más abundante y rica paz que solo Cristo da; que seas bendito en tu entrada y en tu salida y que siempre seas guardado de todo mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario